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martes, 20 de diciembre de 2016

Del Neolítico a la Antigüedad

PREHISTORIA 

            En orden cronológico, comenzamos a mencionar los rasgos que conforman la etapa neolítica. Así, podemos ver la evolución sufrida por los grupos nómadas cazadores y recolectores con el resultado de poblaciones sedentarias agrícolas y ganaderas. A su vez, esto conlleva una gran acumulación de conocimientos sobre el ecosistema que les rodea y su utilización a nivel farmacológico, siendo una herencia de sus antepasados. 
            Dentro de su evolución, hay un culto básico en el ciclo vida/muerte  que acaba siendo la base de los cultos en la Antigüedad.

La revolución del Neolítico
            Con el cultivo de los cereales aparece una mitología que habla de la aceptación de los ciclos vida/muerte, aparición/desaparición, relacionada con la investigación de los recién estrenados cultivos.
            La agricultura modifica los valores del cazador paleolítico, tomando gran importancia la transformación de zoolatría en culto a la fecundidad. El conseguir desarrollar la agricultura requiere una acumulación de enormes conocimientos prácticos lo que conlleva a pensar que en esta época se empezó a acumular conocimientos farmacológicos complejos.
            Para muchos cultivadores, las plantas nacen de una divinidad inmolada, y quien las come se alimenta con su sustancia a la vez que renueva un crimen. Para otros cultivadores, los cereales eran guardados celosamente por los dioses, y según ciertas tradiciones fueron robados para el hombre.
            En estos momentos, encontramos una relación entre la genealogía de las plantas con  el principal mito cosmogónico sumerio, el de Enki y Ninhursag. Se trata de una historia sobre el paraíso y su perdida, cuando Enki, señor de la tierra, decide conocer el “corazón de las plantas” para determinar su destino, probándolas una a una. Esto acarrea la maldición de la diosa Ninhursag quien decide «no mirarle con el ojo de la vida». Una vez aplacada, Ninhursag hace nacer a una diosa de los brebajes, apodada como Ninkasi, la cual, cura al debilitado Enki.
            El mito constituye el germen del posterior relato bíblico sobre el árbol del Edén. Enki ultraja a Ninhursag probando los diversos frutos, tal como Adán y Eva ultrajan a Yahvéh comiendo la manzana prohibida.
            Hay una gran controversia respecto al tema, habiéndose sugerido que todas aquellas culturas que describen en su mitología algún tipo de paraíso es debido a que provienen de experiencias primitivas con fármacos visionarios
            Algunos fármacos visionarios descubiertos contienen alcaloides indólicos. Una excepción a la regla es el cáñamo, cuyo principio activo no contiene nitrógeno y no es, por tanto, un alcaloide. Lo habitual es considerar que sus formas más comunes, la marihuana y el haschisch, son visionarios «menores”.
            El médico A. Bennet consideró que el fruto del árbol edénico fue una planta «psiquedélica»,  en cambio otros como Graves, sostenía que en el origen, estas "visiones" eran producto de una droga alucinógena que causaba visiones paradisíacas y proporcionaba algo descrito como sabiduría perfecta, lo que se identifica con el pardess hebreo, el paridaeza persa, el dilmun sumerio, el paradeisos griego y los edenes americanos y polinesios los cuales guardan una esencial semejanza, especialmente marcada cuando se trata de áreas donde se verifica un consumo de setas visionarias.
            Para Graves, se trata de una visión habitual en quienes experimentan con hongos psilocibios o amanita muscaria. Asimismo, Algunos trabajos apuntan al descubrimiento de los hongos psilocibios como una etapa decisiva en la evolución espiritual humana.
            La etnobotánica, disciplina cuyo objeto serían las conexiones entre la flora psicoactiva de las diversas áreas geográficas y sus respectivas culturas, ha proporcionado multitud de datos que muestran una correlación genérica de ciertos psicofármacos con la vida del cazador y el recolector (ligada o no a una economía de pastoreo), y de ciertos otros con grupos agrícolas y urbanos donde ese tipo de individualidad ha dado paso a estructuras centralizadas.
            El cultivo o la mera recolección sistemática de las plantas produce en ellas grandes  transformaciones, tanto morfológicas como químicas; en consecuencia cabe preguntarse si la flora psicoactiva condicionó a las sociedades, o son las sociedades quienes condicionaron esa flora

La América precolombina.

            Los moradores de la actual América del Norte no desarrollaron Estado alguno en la era precolombina, y lo mismo puede decirse de los grupos que habitan las enormes cuencas del Amazonas, el Orinoco y el Paraná. No han abandonado el estatuto de pueblos recolectores y cazadores, nómadas fundamentalmente, y como su pasado es imposible de reconstruir será mejor hablar de ellos al examinar la época contemporánea.
A grandes rasgos, lo característico de América son dos factores. El primero es una gran riqueza  de flora psicoactiva, ante todo estimulantes y plantas que contienen fenetilaminas y alcaloides indólicos.
            El segundo es la vinculación de su consumo con cultos religiosos, tanto al nivel de grandes civilizaciones como de pequeñas comunidades aisladas. Se diría que el chamanismo eurasiático, vinculado a la amanita muscaria, halló una variedad de sustancias inconcebible en climas más fríos, y que se adaptó a ella desde el comienzo.

-          La civilización andina

            Las  excavaciones hechas en Ecuador hace poco muestran que la experiencia humana con el arbusto del cocaína tiene como mínimo cinco milenios de antigüedad. No obstante, los testimonios «civilizados», más antiguos sobre el uso de fármacos psicoactivos en estos territorios se vinculan a la cultura chavín, cuyo florecimiento acontece hacia el siglo X a.C.

-          Los incas y la coca

            El uso de esta planta es anterior en muchos milenios al Imperio incaico. Al parecer, la palabra «coca» deriva de la lengua aymara y significa simplemente «planta» o «árbol».
            Existes algunas leyendas acerca de su origen. Por un lado, para los indios yunga, fue este arbusto lo que les permitió vencer a un dios maligno. Sin embargo, por otra parte, para la tradición incaica fue Manco Cápac quien otorgó la bendición de "Mama Coca" a una humanidad abrumada, para hacerla capaz de soportar el hambre y las fatigas.
            Usar liberalmente la cocaína era un privilegio de la oligarquía, concediéndose como gracioso favor a soldados, campesinos y mensajeros. Mascar sin autorización constituía un crimen de lesa majestad.
            Las muestras escultóricas más antiguas del consumo de cocaína provienen del siglo III a.C. Son estatuillas encontradas en las costas de Ecuador y Perú, donde aparece un rostro con las mejillas hinchadas por el «bocado» o «cocada».
            El efecto provocado por las hojas de cocaína no se corresponde ni con las finalidades de la hechicería de posesión ni con las metas de la visionaria, lo cual significa que su carácter enteogénico debe entenderse como algo meramente formal, simbólico. Si su uso hubiese desbordado el campo de lo terapéutico y recreativo habría motivado una inmediata acusación de «idolatría».

-          Otros estimulantes Americanos

            Toda América es también rica en drogas semejantes a las hojas de coca, aunque los documentos sobre ellas no sean previos a la colonización. Su alcaloide principal suele ser la cafeína, que en pequeñas cantidades produce el efecto característico del mascador peruano o boliviano de cocaína; suprime el apetito, reduce la fatiga y proporciona una sensación de vigilia incrementada.
            Las plantas principales que contienen derivados cafeínicos son el mate o hierba mate, que crece en territorios que hoy cubren el sudoeste de Brasil y prácticamente todo el Paraguay. Su concentración de cafeína es levemente inferior por término medio a la del café.
            También el guaraná o pasta de guaraná brota en una vasta zona que comprende los afluentes meridionales del Amazonas y posee una concentración de cafeína notablemente superior, que en las mejores variedades casi la triplica.

            Por último, cabe mencionar el grano de cacao o cacaolatl, cuyo cultivo parece originario de México. Su concentración de cafeína es levemente inferior por término medio a la del café.


ANTIGÜEDAD

Mesopotamia
            Los primeros datos sobre fármacos psicoactivos se encuentran en Asia Menor. En el caso de Mesopotamia encontramos numerosas manifestaciones de este consumo presentes en diferentes ámbitos.
            La primera droga que llega al registro escrito es el opio. En las tablillas cuneiformes descubiertas en Uruk, se representa la adormidera mediante dos signos, el segundo de los cuales significa también  «júbilo», «gozar». Otras tablillas sumerias mencionan la cerveza como remedio a determinados malestares. Otro ejemplo es el Código de Hammurabi, el cual contiene algunos preceptos sobre «casas de bebida» o tabernas que muestran la importancia y difusión de los vinos en esa época.
            Las daturas y la mandrágora llegan al registro escrito con los babilonios igualmente. Los datos botánicos indican que hay cáñamo en toda esta región, aunque hará falta esperar al dominio asirio  para que la planta aparezca mencionada, concretamente como incienso ceremonial.
            Sabemos también que la medicina babilónica no sólo usaba habitualmente opio, mandrágora, cáñamo, cerveza y vino, sino sustancias de gran actividad como el eléboro negro y otros venenos. Las plantaciones de adormidera en Mesopotamia son antiquísimas, de al menos cuatro milenios contando a partir del momento actual, lo que explica el alto contenido en morfina del opio mesopotámico hoy, y su arraigo en lo que actualmente son territorios comprendidos entre las fronteras de Irak, Irán y Turquía.

Egipto

            Los conocimientos farmacológicos egipcios no han tenido hasta tiempos recientes un nivel de desarrollo equiparable en cuanto al conocimiento de las plantas del entorno. Contaban con una amplia gama de drogas, evidenciadas tras las investigaciones realizadas por H. Grapow y H. Von Deines, quienes aislaron más de 700 nombres de fármacos distintos en los papiros descubiertos.
            Sin embargo, apenas podemos identificar unas pocas especies de plantas y mezclas allí mencionadas, porque la farmacología no es, como otras ramas terapéuticas, algo que pueda traducirse sin una experiencia inmediata partiendo de las fuentes disponibles.
            Admitido esto, nos queda reconocer precisamente las más elementales, que son el opio, algunas bebidas alcohólicas, cáñamo y solanáceas. También muy antiguo es el kyphy, un incienso ceremonial de posible psicoactividad, entre cuyos ingredientes hay una «resina», probablemente
de cáñamo, empleada en el vino resinado que mencionarán mucho después Demócrito y Galeno.

-          El opio y el vino

            La adormidera, llamada «planta spen», es utilizada en cocimientos simples como analgésico y tranquilizante. Se propone para una gran cantidad de trastornos, incluso para los dolores de la dentición infantil y, en general, para «impedir que los niños griten fuerte».
            Llamado «tebaico», y atestiguado desde el Primer Imperio, el opio egipcio es símbolo de calidad en todo el Mediterráneo, siendo objeto de numerosas falsificaciones que denunciarán Dioscórides, Plinio y otros.
            Considerando el extraordinario florecimiento de la farmacología en Egipto, no es descartable un específico todavía más potente que el opio, que produjera rápidos y duraderos efectos del tipo
hoy denominado neuroléptico («sujeta nervios»).
            Por lo que respecta al uso de bebidas alcohólicas en Egipto, nos encontramos con algo semejante a lo ya mencionado de la civilización sumeria y el imperio babilónico. Desde el siglo XVIII al XVII a.C., los tratamientos de sus médicos contienen cerveza o vino en el 15 por 100 de los casos.
            Existen ciertas menciones en las que se le atribuye una degradación o perdición a las bebidas alcohólicas. Sin embargo, los demás fármacos son invariablemente medicinas, sujetas a un régimen de automedicación o a usos suntuarios. En las tierras donde por vez primera comienza a cultivarse sistemáticamente, se considera una bendición que se usa desde la infancia sin suscitar problema alguno de salud o moralidad pública.
            Asimismo, es también una bendición económica, ya que los opios egipcios y mesopotámicos serán uno de los productos económicos básicos para estas civilizaciones.
            Merece observarse, por último, que si bien otros fármacos, como el kyphy y la mandrágora, presentan ciertas connotaciones mítico-rituales, el opio constituye una droga laica que se emplea en contextos profanos.

Grecia

            En la Grecia clásica también encontramos ejemplos de la utilización y aplicación de fármacos y otras sustancias. A nivel histórico, Teofrasto nos proporciona  una lista de expertos en la materia, conocidos como «farmacópolos» o vendedores, y «farmacopoios» o fabricantes, que vivían como terapeutas fijos o viajeros gracias a tales productos.
            En su Historia de las plantas, primer tratado de botánica propiamente dicha, comenta que «casi todos los lugares participan en la producción de drogas, pero difieren en la medida, pues las regiones del norte y el sur poseen hierbas de maravillosa virtud» .
            Según Teofrasto las virtudes de las drogas van haciéndose más débiles para quienes se acostumbran a ellas, hasta hacerse completamente ineficaces en algunos casos. Además parece que algunas drogas son tóxicas debido a la falta de costumbre, ya que en muchos casos dejan de ser tóxicas cuando la constitución las ha aceptado y prevalece sobre ellas, como observó Trasias, a quién se le atribuye el descubrimiento de un eutanásico dulce, capaz de provocar una muerte fácil y no dolorosa.
            Por lo que respecta a la medicina general, la medicina científica nace cuando ciertos sanadores deciden prescindir absolutamente de técnicas mágico-religiosas para "transferir el mal" de alguien a otro individuo. Junto a esa enseñanza, la medicina hipocrática ofrece una diversidad de técnicas y un sistema teórico de criterios para el diagnóstico y tratamiento.
            Se dejan de lado supersticiones, mitos y dioses como causa de enfermedad y curación apareciendo en su lugar procesos físico-naturales abordables por medios análogos. La enfermedad sigue siendo una forma de impureza, pero los medios de conseguir su purga ya no tienen nada de proyectivo; al contrario, se integran dentro de un programa para la utilización de tal o cual phármakon.

-          El concepto de droga.

            Para el Corpus hipocrático, «son drogas las sustancias que actúan enfriando, calentando, secando, humedeciendo, contrayendo y relajando, o haciendo dormir». Al mismo tiempo, drogas son también los filtros de las hechiceras, así como el conjunto de la materia médica vegetal.
            Leyendo con atención a Teofrasto se percibe que el origen de este concepto proviene de las insuficiencias detectadas en la idea de la planta todabuena (panákeia) y la planta todamala (strychnos).
            Hay que tener presente que "pharmakon" significa remedio y tóxico; no una cosa u otra, sino las dos. Los griegos consideraban que ciertas sustancias participaban de ambos estatutos, por lo cual no cabía considerarlas sólo benignas o sólo dañinas ya que la toxicidad de un fármaco es la proporción concreta entre dosis activa y dosis letal. Se trata de un concepto preciso y profundo, totalmente científico en su planteamiento, que no presenta rastro de prejuicios localistas.

-          Los principales fármacos griegos

            Como ocurre con gran parte de la farmacopea antigua, muchas plantas y nombres de drogas no resultan identificables, unas veces porque su descripción botánica es insuficiente, otras porque ni siquiera aparece esbozada, y otras aún porque interviene una reserva sobre recetas artesanales, frecuente entre farmacópolos y médicos en sentido más amplio.
            Aparte del opio, las cervezas y los vinos, sabemos con certeza que los griegos conocieron y usaron el cáñamo, el beleño y la mandrágora, a veces mediante sahumerios o inciensos.
            Aunque en la Antigüedad la costumbre de usar pipas sólo parece muy extendida entre los celtas, el procedimiento de poner droga sobre brasas y piedras calentadas era especialmente apropiado para templos y reuniones multitudinarias.
            Se cuenta también que los griegos bebían una cocción de cáñamo con vino y mirra, el vino resinado, para animar reuniones sociales privadas. Las solanáceas se empleaban con distintos propósitos, desde el envenenamiento a la disposición jovial, y también como analgésicos y somníferos, aunque siempre se consideraron fármacos de administración delicada.
            Por último, debe observarse que los griegos percibieron la peculiar riqueza del ergot o cornezuelo en su territorio. Investigaciones botánicas recientes han demostrado que el área continental griega contiene la variedad menos tóxica de ese hongo conocida en el planeta, y entra dentro de lo probable que algunos farmacópolos los utilizaran para obtener drogas de gran actividad.
            Con todo, ninguna de estas drogas llegó a adquirir una popularidad comparable al opio y el vino en el mundo griego.

-          El uso médico de la sustancia

            La principal institución terapéutica de la Grecia arcaica son los templos de Asclepio, atendidos por médicos sacerdotes. En el santuario de Asclepio en Epidauro, la primera medida al ingresar al paciente era recluirlo en una celda y provocarle la incubatio o «sueño templario».
            Aunque en Epidauro sólo esté atestiguada la farmacopea para afecciones de la vista y cirugía, donde los griegos empleaban casi siempre opio, es asunto discutido si en la incubatio intervenían psicofármacos.
            En un terreno ya no hipotético, el uso terapéutico de las variedades blanca y negra de adormidera aparece por primera vez en el tratado hipocrático. El latino opium, nace de ese tratado concretamente, donde se menciona el opos («jugo») de adormidera como lo indicado a tales fines. En dicho tratado, y en Predicciones I, Hipócrates (o su discípulo) clasifica la droga como hipnótico y sedante, junto al beleño y a la mandrágora.
            El uso sistemático del opio para finalidades distintas de la histeria y cirugía parece comenzar en el siglo III a.C., con la secta de los «empíricos». Los empíricos tenían un gran interés por toda clase de plantas psicoactivas, tanto con fines terapéuticos como «voluptuosos».

-          La idea de un antídoto universal

            El manejo de esta droga junto a los conocimientos farmacológicos derivados de la experiencia clínica con ella es el origen de la tradición triacal y los primeros tratados occidentales de toxicología.
            El jugo de adormidera es el prototipo de los alexiphármaka o medicinas «protectoras» en un sentido que mucho más tarde hará a Paracelso llamarlas «heroicas». Pueden «refrigerar» el organismo hasta el punto de hacerlo sucumbir, y debido a ello sirven para hacer frente a casi cualquier forma de «calor» excesivo.
            El opio constituyó para los griegos el ejemplo perfecto del phármakon laico, equidistante por igual de la panacea y el simple veneno. Lo emplean todas las escuelas médicas y, a partir del ocaso político de Atenas, es el medicamento más estudiado en la cuenca mediterránea.
            Durante un período de cinco siglos, que van desde su primera mención como tratamiento para «males del cerebro» en Herodoto hasta las investigaciones de Mitrídates el Grande, no existe una sola mención a personas esclavizadas o embrutecidas por su uso.
            Tampoco hay mención alguna a trastornos sociales relacionados con ello. Absolutamente nadie piensa que alguien se degrada o amenaza el orden civil administrándose opio o administrándoselo a otros, si ellos así lo saben y consienten.

-          Los fármacos enteogénicos

            Este apacible uso del opio no significa que Grecia desconozca la problemática de una «toxicomanía» generalizada, ni que su cultura sea ajena al fondo del litigio planteado por la presencia de drogas social e individualmente peligrosas.
            Los ritos orgiásticos de Baco-Dioniso eran en Atenas y las ciudades de la liga délfica un culto no ya autorizado sino oficial, que cada año abarcaba varias semanas de fiestas públicas. Dioniso era un dios planta, culto transicional entre lo arcaico y lo civilizado, cuya consolidación no podía eludir problemas con las exigencias civilizadoras
            En el siglo V a.C. se oficilializa y ritualiza sus «Misterios». Eurípides narra en forma de parábola las vicisitudes que acompañan la aparición, persecución y triunfo final del vino, «ese phármakon único para inducir el sueño y el olvido de las penas cotidianas, que se vierte en libación para los dieses y es en sí un dios».
            Su tratamiento entrelaza con fluidez una cuestión teológica, un hecho histórico como la difusión comercial de alcoholes no destilados y el complejo cuadro de motivos y contramotivos que evoca cualquier «ley seca».
            Asimismo en los diferentes santuarios se utilizan ciertas sustancia para alcanzar un estado que permitiese establecer un vínculo o contacto con los dioses. Un ejemplo de ello es el santuario de Delfos, símbolo de la unidad helénica. El templo era una caverna en cuyo interior se encontraba una hendidura desde la cual emanaban, según los cronistas antiguos, vapores con virtudes embriagadoras. 
            Apoyándose en que estoicos y peripatéticos atribuyeron el enthóusiasmos de la pitia a esos vapores, los eruditos del XIX solían hablar aquí de solanáceas o de cáñamo. Pero al comenzar la actitud contemporánea respecto de las drogas esa opinión fue haciéndose menos frecuente. Además se ha comprobado que en Delfos actualmente no hay vapores, ni aparentemente grieta alguna por donde pudieran haber salido.
            Haya o no vapores hoy, la pitia dictaba su oráculo en trance extático, tras una preparación de la cual se sabe que no solo implicaba sentarse sobre la hendidura y mascar hojas de laurel, sino fumigaciones de algunas plantas y beber el agua de cierta fuente.
            Reconociendo nuestra ignorancia sobre los detalles de su preparación, queda en pie que tanto Platón como Aristóteles hablan de un «delirio» en la pitia, mientras los estoicos y Plutarco insisten en un enthousiasmós.. M. Eliade sugiere que todo el rito (así como las figuras de Apolo y Orfeo, su apóstol) está cargado de «ecos chamánicos».
            El trance de la pitia  puede explicarse por autosugestión y artes mágicas, de acuerdo con la fe espiritista, o por razones más materiales y prosaicas como el uso de algunos fármacos.

-          Misterios de Eleusis

            Los misterios de Eleusis eran ritos de iniciación anuales al culto a las diosas Deméter y Perséfone que se celebraban en la ciudad de Eleusis, cerca de Atenas, en la antigua Grecia. De todos los ritos celebrados en la antigüedad, estos eran considerados los de mayor importancia, llegando a extenderse porsteriormente al Imperio romano. Los ritos, así como las adoraciones y creencias del culto, eran guardados en secreto, así como sus ritos de iniciación.
            Algunos investigadores creen que el poder de los misterios eleusinos procedía de la función del kykeon como agente psicodélico, teoría extensamente argumentada en la obra "El camino a Eleusis", de R. Gordon Wasson,  Albert Hofmann y Carl A. P. Ruck.
            El trigo y la cebada podrían haber sido parasitados por el hongo claviceps purpurea, cuya  resistencia al hongo se conoce como cornezuelo. Del cornezuelo se pueden aislar un conjunto de metabolitos como la amida de ácido D-lisérgico (LSA), un precursor de la dietilamida del ácido lisérgico (LSD).
            Es, por lo tanto, posible que los iniciantes, sensibilizados por su ayuno y preparados por las ceremonias precedentes, fueran elevados por los efectos de una potente poción psicoactiva a estados mentales revelatorios con profundas ramificaciones espirituales e intelectuales.
            Esta teoría sigue siendo controvertida, pues preparaciones de kykeon hechas a partir de cebada parasitada por cornezuelo han arrojado resultados no concluyentes. Terence McKenna ha propuesto que los misterios giraban en torno a una variedad de hongos psilocíbicos, aunque parece haber pocas evidencias a favor de esta teoría.
            También se han sugerido algunos agentes enteogénicos más, como la salvia y las amanitas, pero todas estas teorías carecen de pruebas consistentes.

Roma

            El consumo en este momento es tolerado mientras no interfiriese en la sagrada auctoritas  el criterio romano sobre drogas se calca del griego. Su actitud aparece ejemplarmente descrita en la Lex Cornelia, cuyo único precepto genérico sobre sustancias modificadoras del ánimo estuvo vigente desde tiempos republicanos hasta la decadencia del imperio sostiene que droga es una palabra indiferente, donde cabe tanto lo que sirve para matar como lo que sirve para curar, y los filtros de amor, pero esta ley sólo reprueba lo usado para matar a alguien.
            Por Galeno sabemos que no era infrecuente ofrecer flores de cáñamo hembra (marihuana) en reuniones sociales, costumbre aprendida de la sociedad ateniense o quizá de los celtas.
        Relacionado con drogas aparece también un edicto de Alejandro Severo, que como consecuencia de algunas intoxicaciones prohíbe usar manzanas espinosas (una datura) y polvo de cantáridas o mosca española en casas de lenocinio napolitanas. Sin embargo, las plantas fundamentales con mucho en Roma son la vid y la adormidera.
        En el arte mediterráneo antiguo la adormidera constituye un símbolo del sueño  más concretamente, del sueño reparador. Virgilio, por ejemplo, habla de «cápsulas impregnadas por el sueño del olvido».
            Somnus aparece casi siempre representado en forma de un ser antropomórfico y barbudo, que se inclina hacia el  durmiente y escancia sobre sus párpados jugo de adormidera desde un cuerno como los empleados para beber. La imagen se hizo tan habitual que el recipiente llegó a llamarse en lo sucesivo «cuerno de opio», fuese o no usado con tales fines.
            Por lo que respecta a los emperadores, una alta proporción consumía generosamente este fármaco, tanto en forma independiente como en triacas. De las diversas dinastías imperiales, la más volcada hacia el uso del opio parece haber sido la de los Antoninos (Adriano, Trajano, Marco Aurelio y Antonino Pío).
            Los primeros análisis sistemáticos de botánica terapéutica corresponden a Dioscórides de Anazarbia, un griego que fue cirujano militar en tiempos de Nerón, cuya Materia médica constituye el tratado farmacológico más notable e influyente de los tiempos antiguos.
            Naturalmente, su tratado menciona muchas veces el opio, enumerando variedades, modos de preparación y virtudes. Reconociendo desde luego su toxicidad, la consagración terapéutica del fármaco acontece con Claudio Galeno.
          Galeno concibe el jugo de adormidera como paradigma vegetal del fármaco, algo mágicamente activo que constituye de modo inseparable veneno y remedio; sin que quepa explicar paso a paso por qué (eso es lo «mágico» del opio), se trata de una sustancia que cura y que mata. Ningún otro fármaco posee una potencia soporífera o analgésica comparable, y justamente eso hace de él un recurso para múltiples terapias.
            Como en las descripciones farmacológicas griegas, llama la atención en las romanas una total falta de referencia a fenómenos adictivos. Ni Dioscórides ni Galeno ni médico alguno mencionan que el opio produzca un acostumbramiento indeseado, con la necesidad de emplear dosis cada vez mayores para conseguir el mismo efecto, y la amenaza de graves síntomas abstinenciales en otro caso. Al contrario, reina el mismo criterio griego de ir tomando el fármaco poco a poco, hasta conseguir una «familiaridad» que evite el peligro de intoxicaciones agudas.
            De esta regla no se excluyen tampoco los detractores, que no se oponen al opio por adictivo sino por demasiado tóxico, considerándolo inútil en la cura de ciertos trastornos específicos.
            Es evidente que para los romanos el hábito de consumir esa droga no se distinguía del hábito de comer ciertos alimentos, hacer ciertos ejercicios corporales o acostarse y levantarse a alguna hora determinada.
            Los consumidores saben a qué atenerse, y el derecho estima que sólo necesitan ser defendidos de falsificaciones, como en cualquier otro producto comercializado. Así se entiende que en la cultura grecorromana su consumo no produjera el menor indicio de problemas individuales o colectivos.
            Aunque numerosos, los opiófagos son totalmente desconocidos como categoría clínica o social. Además, cabe resaltar que en la difusión del fármaco no sólo cuentan su uso y aplicaciones prácticas entre quienes desean vivir, sino como sustancia que ayuda a abandonar ese deseo. Más que un derecho inalienable, la eutanasia constituye un deber ético del enfermo y de quienes le rodean.
            Por ultimo, la situación del mercado romano contaba con una fuerte demanda de variedad de especies y diversos procedimientos de elaboración, que hicieron que junto a la adormidera doméstica, floreciese un comercio de opio egipcio («tebaico») y mesopotámico, exportado básicamente desde Alejandría, que todos los expertos en botánica medicinal denuncian como fuente de falsificaciones.
            Su demanda excedía con mucho la oferta por lo que a la pluralidad de puntos de venta y al gran número de usuarios se añadía, además, el hecho de ser una mercancía de precio controlado, con la cual los emperadores no permitían especular.
            Esto se debía probablemente a razones humanitarias, ya que una brusca subida de los precios dejaría a parte considerable de los ciudadanos sin recursos para adquirir un bien considerado de primera necesidad, como la harina o la lana.
            La política de control pudo deberse también al propósito de evitar una seria fuga de capitales hacia Asia Menor, donde se encontraban las mayores plantaciones y el producto más estimado. Sin embargo, gran parte de Asia Menor era romana, y la legalidad del producto permitía un saneado impuesto sobre las ventas. A mediados del siglo I Plinio el Viejo, que suele mencionar los precios de todas las drogas caras, no hace ninguna referencia a tal cosa en relación con el opio.
             El opio se consideraba existencia mínima en el hogar de cualquier ciudadano. En el año 312, por ejemplo, un censo fiscal hecho para la urbe indica que hay 793 tiendas dedicadas a la venta del producto, cuyo volumen total de negocio proporciona un 15 por 100 de la recaudación tributaria global.
            Podría ser oportuno aquí manejar un principio de economía aplicable a cualquier otro campo. Allí donde un comportamiento o ánimo pueda ser inducido en mayor o menor medida por una droga no difícil de obtener (y especialmente si resulta indetectable para sus receptores), la droga se empleará por regla general.
            El criterio vale para la vida civil, pero muy especialmente para todo lo vinculado con artes mágicas y ritos religiosos, donde cualquier signo de poderes sobrenaturales resulta capitalizable. Una consecuencia inmediata de este principio es que no sólo tenderá a emplearse cualquier droga «disparadora» de lo pretendido en última instancia, sino que tenderá a crearse una reserva en torno a los modos de producirla y prepararla, cuya meta es sencillamente el monopolio.
            En cuanto al ámbito religioso, las religiones mistéricas se extienden desde Grecia hacia la totalidad del Imperio romano. Durante la época imperial romana ocurrió un fenómeno de sincretismo religioso entre los cultos latinos y los de divinidades procedentes de África y Oriente.
            Los éxtasis programables que suceden con ocasión de las ceremonias iniciáticas pueden deberse a una credulidad apoyada sobre hipnósis de masas y factores paranormales, o bien ser algo potenciado por sustancias químicas que reconocidamente sirven para excitar la credulidad misma.
            No una sino muchas drogas distintas pudieron usarse como coadyuvantes en los Misterios helenísticos.  En cuanto al uso de «alucinógenos», si la expresión no se emplea en sentido genérico sino técnico parece  más plausible cuanto más se orienten esos rituales a lo irracional (frenesíes danzantes, sacrificios sangrientos, flagelaciones, automutilación, etc.). Para las iniciaciones próximas al modelo eleusino serían más adecuados fármacos visionarios.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Edad Media: Entre lo Sacro y lo Profano

Con la caída del mundo antiguo y la entrada en la Alta Edad Media debemos hablar del cristianismo. El uso de fármacos psicoactivos distintos al alcohol queda en desuso por ser aborrecibles. El ritual cristiano es sobrio y estricto, y prescinde de todo lo que se acerque a la hechicería. En las ceremonias de momentos avanzados, donde el rito está estandarizado, solo la casta sacerdotal puede consumir vino, considerado como en cultos paganos anteriores, sangre divina. Las ceremonias más antiguas exigen grandes ayunos antes de la eucaristía, por el que, sumando el pan mojado en vino puro, los jóvenes experimentan un trance que puede considerarse como rito iniciático. Según algunos autores, este uso ceremonial del vino podría derivar de la tradición pagana dionisíaca.
Incluso los padres de la Iglesia censuran la bebida, tachándola de embrutecedora y causante de otros pecados. El cristianismo entiende que cualquier sustancia que altere la conciencia y relaje la moral, abre la puerta al demonio. Por este motivo proliferan sectas abstemias como los encráticos, los tacianos, los matcionitas y los acuarianos, que aseveran que la vid surgió con la caída a la tierra de Lucifer. No por ello es menos abundante el consumo alcohólico en contextos sociales.
Respecto a los usos médicos, en determinados momentos, la creencia en la intervención divina hace que cualquier medicina se considere herética. Como consecuencia de esto, en el imaginario colectivo pensamos en el Medievo cristiano como en una época oscura para la ciencia, en la que abunda la enfermedad y la miseria.


En el siglo VII, con el surgimiento del Islam, se produce un enfrentamiento entre la tradición árabe y de los primeros pueblos en ser conquistados, con el integrismo que algunos practican. Precisamente por esto vemos como, aunque el Profeta prohíbe el alcohol, otras sustancias como el opio o el cáñamo son un elemento común en la sociedad, y su consumo tiene incluso matices de distinción de las élites. Se aprecia un resurgimiento del saber clásico, que los árabes reciben a través del mundo bizantino. Esta religión en expansión lleva allí donde va tratados sobre medicina que suponen un gran avance.
Ya entrados en el mundo Bajo medieval, vemos como el sentimiento de cruzada agudiza las diferencias culturales. En el occidente europeo se instaura la Inquisición, institución dedicada a dar caza a aquellos que no respetan la doctrina cristiana. En zonas del norte del continente aparece la figura de la bruja medieval, aquella persona a la que se le atribuyen cualidades demoníacas, y que en muchas ocasiones resulta ser una entendida en remedios medicinales. El auge de unos y el declive de otros, marca el paso a la época moderna.

domingo, 18 de diciembre de 2016

La Edad Moderna: Aparición del mercado internacional

            El progresivo control occidental de los mares que se da durante la época moderna es debido a distintas causas: Entre ellas encontramos El conflicto otomano vs. cristiano; el comercio de los nuevos fármacos descubiertos o del propio café. Dentro del comercio se da el caso de la utilización del opio como moneda de cambio con Extremo Oriente debido a su calidad superior comparado con los autóctonos. Este tipo de método de "trueque", plantea a estas sustancias como un motor comunicativo entre distintos continentes. Como entre América y Europa o entre Europa y Extremo Oriente.
            A finales del siglo XV, Portugal consigue relegar a segundo plano el monopolio veneciano consiguiendo abrir una nueva ruta donde tener contacto directo con los distintos enclaves asiáticos bordeando las costas de África. En contraposición, Inglaterra y Holanda fundan cada una su propia Compañía de las Indias Orientales mas o menos un siglo después. De esta forma, tanto Portugal, Inglaterra y Holanda forjan enclaves estratégicos manteniendo así, su posición en Oriente.

 La Recuperación del Opio

            En los primeros años de viajes portugueses, Arias Barbosa se da cuenta que puede utilizar el opio de Asia menor como pago en Extremo Oriente. A partir de este momento los portugueses llevan herboristas para investigar las hierbas autóctonas en cada uno de sus viajes. En 1562, García da Horta escribe "Cologios des Simples Drogas e Coisas Medicinais da Índia", donde diferencia entre distintos tipos de opios  (Tebaico, bengalí, ibérico, indio y chino). Este, solo es un ejemplo de tantos otros eruditos contemporáneos que se dedicaron a estudiar el opio. Entre ellos, encontramos a Cristóbal da Costa escribe "Tratado de las Drogas y Medicinas de las Indias Orientales" donde se describe el mismo habito de consumir opio y el síndrome de abstinencia en un cargamento de esclavos turcos, los cuales le aseguran que, si no consumen opio en 2 o 3 días, acabarían falleciendo. Como no estaba dispuesto a darle dicha sustancia a los presos, debido a que, uno de los cautivos le ofreció una idea alternativa, que sustituyesen opio por tragos de vino puro cada  mañana durante un mes. Según da Costa, en un mes los cautivos no necesitaban esta sustancia. Armin Vambery también documenta un consumo socializado en Persia en el que habla que los persas a cierta edad consumían opio para mantener la salud y la fuerza. Hay una gran diferencia en el consumo asiático y el consumo europeo, en el asiático es un euforiante general, mientras que en Europa se considera un analgésico formidable.
            Volviendo al papel de las sustancias que alteran la consciencia, a finales del siglo XVII, se da una crisis de valores donde esas sustancias no se ven de forma tan demoníaca. Esto se debe a la perspectiva que acaba consiguiendo el opio como sedante y analgésico, junto a la propia curiosidad científica. De esta forma, el opio comienza a utilizarse como parte de distintas triacas medicinales para ricos. Este afán de las clases poderosas, hace que los médicos utilicen materiales preciosas para cortar la sustancia pura y así, poder cobrar esas tarifas tan abigarradas que solo pueden pagar la gente adinerada. Los pobres estaban obligados por su situación económica a atenerse a recetas medievales de magia blanca (como agua bendita, misa, cirios...) o magia negra (como untos compuestos de solanáceas).
            Es en este mismo siglo, donde los holandeses sufren un apogeo político y económico basado en el comercio con oriente a través del opio y con las Américas, donde se dedican a la trata de esclavos.  Por la primera causa, encontramos una gran almacenamiento de esta sustancia a la vez que un gran interés por parte, tanto de fisiólogos como de clínicos que ven este componente como la "piedra filosofal de la medicina".Esta situación cambia a mediados de siglo por sus conflictos ultramarinos con los ingleses, quienes acaban actuando como los nuevos suministradores de opio a Extremo Oriente. En esta supremacía inglesa, aparece el láudano de Thomas Sydenham, quien consideraba que el opio debería ser la base de la medicina por sus propiedades analgésicas una concentración del opio que consiguió una gran aceptación llegándose a vender la misma formula hasta la segunda mitad del siglo XX. La receta de este derivado sería: Una libra de vino de Málaga, dos onzas de opio, una onza de azafrán y un dracma de polvo de canela y clavo, macerado todo dos o tres días al baño de María. En estos momentos también se llevan a cabo los primeros intentos de terapias intravenosas utilizando el opio, sin embargo no salen bien, porque los sujetos a experimentar, perros, gatos y un solo humano, mostraban resultados muy dispares. Los distintos estudios y aplicaciones que se da al opio,  provoca que  se convierta en la droga  por excelencia de estos siglos, dejando otras sustancias que alteran la consciencia en un plano mas marginal.

Curioso Caso del Tabaco y del Café

            A parte del opio, se expanden otras sustancias con mucha menos aceptación. Entre estas otras drogas, encontramos el tabaco, gravado por primera vez en distintas colonias españolas, Cuba y Santo Domingo, a principio, del siglo XVII. Desde este momento se extiende el cultivo de tabaco por las distintas colonias americanas por llegando a echar abajo cultivos alimenticios solo por producir esta planta, a sabiendas que su cultivo es muy sacrificado y agota rápidamente la tierra. En esta primera mitad del siglo XVII se crearon varios decretos sobre la plantación y el comercio de  la hierba nicotina. Sin embargo, en la segunda mitad del mismos siglo la reacción de los países no exportadores es totalmente adversa. Donde casos como los de Rusia o el propio Imperio Otomano se castiga tanto a los consumidores como a los proveedores. La propia iglesia católica, emprende medidas contra los fumadores en la constitución Cum Ecciesia de 1642 donde se excomulga a los usuarios de esta sustancia que la usen cerca de cualquier lugar próximo a las diócesis y sus anexos, sin duda pensando en los clérigos. Sin embargo, a finales de este siglo, el tabaco se ha extendido a todos los continentes. Esta expansión va generando la idea de gravar fiscalmente este producto, como en un inicio lo llevó a cabo España, provocando que medio siglo de criminalización se vaya al carajo como podemos ver en el cambio de idea de Pedro el Grande de Rusia o el mismo papado, que, en 1725, se retracta de su decisión sobe la excomunión debido a que quería "evitar a los fieles el espectáculo escandaloso de dignatarios eclesiásticos escapando del santuario para irse a fumar a escondidas", según palabras de Benedicto XIII.
            Entre las drogas o sustancias que alteran el estado, extendidas  por Europa, encontramos otro caso de rechazo en un primer momento, el devenir del café. El consumo de esta sustancia no sera tan radical como en el caso del tabaco, pero si que se ve muy criticado en la zona protestante europea. Existen distintos sectores privilegiados donde el café tienes distintas percepciones. En el siglo XVIII, se extiende distintos preceptos donde se castiga a los consumidores. Sin embargo, pasa por varios grados antes de pasar a una aceptación en el norte de Europa ya en el siglo XIX. El príncipe-obispo Von Paderborn acepta poder beber café pero solo siendo un privilegio de la nobleza. Es ya Federico quien decide despenalizar el consumo pero sometiéndolo a un impuesto muy alto. En el resto de Europa, ya mantiene una mayor tolerancia desde mediados del siglo XVII que se abren los primeros países. A finales de este mismo siglo, en distintos cafés europeos se vende una mezcla de café y opio liquido llamado "agua heroica", siendo la precursora de todas las mezclas del café con licor, expendidas a partir del bloqueo continental realizado  en tiempos napoleónicos.
            Tanto el tabaco como café, tienen distintos puntos en común como ser sustancias estimulantes, punto principal en la causa de su difusión. Otro punto de contacto es la adictividad de estos dos productos, donde se llega a pedir por porcentajes de uso ocasional y uso compulsivo. No es accidental que el término adictión, cuya primera mención es en un texto de 1779,  se refiera específicamente al tabaco. Sin embargo, la adicción al café es distinta, ya que su síndrome de abstinencia aparece muchísimo antes que en el caso de otras sustancias como el opio.

Caída del Antiguo Régimente Europeo

            Con la progresiva desacreditación de los procesos inquisitoriales y la paulatina desaparición de los  ideales del Antiguo Régimen, se realizan grandes reformas penales donde se acaba sustituyendo el papel del soberano en los delitos y se descriminaliza de forma mayoritaria el uso de distintas sustancias que alteran la consciencia. El delincuente ya no es culpable de desacato a una autoridad regia divinizada, sino alguien que debe una reparación al Estado. Es por esto, que los actos penados serán aquellos de los que se relacionen con un perjuicio demostrable a la sociedad, condenando, en lo sucesivo, cualquier acto que intentase imponer ese anterior poder soberano en la justicia penal del momento. La salud toma un papel individualista como en el caso del suicidio, donde distintos eruditos como Jefferson o Montesquieu hacen referencias a la libertad de decidir sobre la continuación o no de la vida y la utilización de "drogas dulces" para poner fin a esta, si se desea.
            Por lo tanto, las sustancias que alteran la consciencia ya no se encuentran demonizadas, siempre que el consumo sea con la dosis adecuada a cada individuo. Así, podemos encontrar individuos con un habito demasiado intenso, como el el caso de Goya, que podía tomar unas 800 gotas diarias de láudano, cantidad mortal para una persona con poca tolerancia. La historia evita estos aspectos normalmente porque el concepto de toxicómano sólo existía para la masa de alcohólicos crónicos.
            Otra de las consecuencias de la nueva perspectiva forjada durante los últimos siglos es que, se apliquen estas sustancias a remedios, como el opio en Píldoras Catárticas, el Bálsamo Tranquilo, el Agua de las Carmelitas o los Polvos de la Simpatía,  entre otras triacas medicinales. Dentro de este sistema, aparece con mas resonancia la figura de los boticarios que consiguen renombre a través de sus remedios y preparados que acaban convirtiendo sus boticas en verdaderos laboratorios.
El papel de los boticarios estará en los ámbitos mas "pobres" donde utilizaran  remedios  cortados con elementos mas económicos como regaliz, levadura de cerveza o simple miel. Sin embargo, serian los médicos quienes guardarían mayor renombre y estarían mas versados en la utilización del opio, esto no quita que sean los boticarios los primeros en descubrir los primeros alcaloides. La competencia entre estas dos profesiones saturaran el mercado de "remedios mágicos". 
Durante el siglo XIX, existen distintos consumidores de opio alrededor del mundo. Lo simultáneo de todo ello es que, salvo por sus niveles de adulteración, el fármaco es idéntico en Londres, Calcuta, Estambul, San Francisco y Nankín; pero las condiciones que rodean su uso no son  mismas.


Caso de China y las Guerras del Opio

Antes de continuar y explicar el problema en China,  debemos despejar 3 falacias que suelen marcar la idea generalizada sobre su conflicto con Europa. Una es que los europeos llevaron esta sustancia a un país que la desconocía y exigieron su legalización; al contrario, los contrabandistas se limitaron a satisfacer una demanda muy antigua, mientras intentaron evitar que la droga se legalizase, debido a que así, era mas rentable. La segunda falacia concierne a las intenciones de la corte manchú o Qing, donde se presentan como iniciativas terapéuticas y morales, cuando su móvil inicial fueron consideraciones económicas. La última de estas falacias nace de pasar por alto la catastrófica situación de China durante todo el siglo XVII, viendo solo en el asunto del opio la causa del malestar social y no un simple síntoma suyo. Estos 3 precedentes falsos son explicados y refutados en los siguientes párrafos..
En la situación en Extremo Oriente,  china, aunque tiene contacto comercial con Europa,  no quiere mezclarse con la "chusma occidental". Este territorio asume el despilfarro de occidente con la exportación de los productos mas lujosos y exóticos. Par ello, los europeos comerciaban con tabaco y opio por sedas, te y especias. China abre solo un puerto, Cantón, para realizar este intercambio, Cantón, La dinastía Ming es quien observa los estragos  del tabaco en su población hasta que, el ultimo emperador de esta dinastía, decide prohibir el tabaco en su país. Lo que provocó que, sus conciudadanos, decidieran difundir el habito de fumar de opio que, hasta entonces, solo se suministraba de vía oral.  Esta prohibición ayudó a que los portugueses hagan negocio con el  contrabando y comercio de opio ganando muchas ganancias, ya que los que fuman opio consumen mas que los opiófagos. Sin embargo, no son estos quienes introducen el opio  en el país, ya  que existe distintos documentos que datan el consumo de opio anterior al contacto con los portugueses, llegando a ser considerado el el opio un alimento durante al periodo equivalente a la Alta Edad Media europea.
Con la imposición de la dinastía Qing, por conquista en el siglo XVII, trae consigo el aumento de los impuestos excesivo, además de la quema de distintas bibliotecas y archivos. Esto provocó que los impuestos de trabajo se gravaran mucho en poco tiempo provocando la falta general de drenaje en los canales de irrigación, deteriorando a largo plazo la agricultura nacional. La respuesta a este gobierno mas agresivo es a través de la piratería, el contrabando, el fortalecimieto de las sociedades secretas y  los  estallidos  campesinos. Los emperadores manchuies deciden contrarrestar estas insurrecciones mediante prohibiciones, como la promulgada sobre el habito de de fumar opio o ser propietario de un fumadero, pero no del cultivo de amapola o el uso oral de esta sustancia. A finales de este siglo, se realiza una nueva prohibición  referente a esta sustancia donde se busca mas calmar la desobediencia que el habito de fumar donde se ordenaron  destruir los distintos cultivos de adormidera .
            En este momento, son los ingleses quienes consiguen ser los principales proveedores de china. Esto se debe a que con el paso de los años había conseguido desbancar a los portugueses en el mercado chino, consiguiendo que, desde 1779, el suministro de opio es un monopolio para la East India Company, que por concesión real, mantenía sus plantaciones en Bengala, donde  se seguían nuevos procesos para el cultivo del amapola desarrollados por sus botánicos . El sistema utilizado hasta entonces por los ingleses, era respetar  la prohibición del Emperador y dejar que la exportación fuese hecha por comerciantes privados, a quienes se les otorgaba licencias para trasladar la mercancía desde India a China. Esos empresarios vendían el opio a contrabandistas costeros (normalmente en alta mar) y entregaban el oro y la plata obtenidos al representante de la Compañía en Cantón, que, a continuación, otorgaba letras de cambio pagaderas en moneda inglesa. Con la prohibición establecida en 1793, el contrabando sufre un aumento increíble. El pueblo chino, cree observa, como lo hicieron los musulmanes y cristianos en su momento, que si la droga se administra con sensatez ayuda a vivir más satisfactoriamente.  Y, en este momento, hacer uso de sus virtudes es  algo extendido en grado sumo, porque el país se encuentra devastado por terribles guerras civiles, catástrofes naturales  y una despiadada explotación. Este contrabando derivado, permitía que se permitiese generar grandes fortunas extranjeras a partir de comercio ilegal del opio las cuales defienden la ilegalidad del producto que aporta aun mas beneficios.
            Las prohibiciones no tienen en cuenta que gran parte del oro y la plata del Estado va a parar a manos extranjeras debido a este contrabando y no es hasta 1838 que no se encuentran medidas para sufragar estas perdidas.  Buscando este objetivo, surge en el mismo consejo de Estado imperial,  Lin Tse-hsu, quien defendía aplicar mano dura a este tema, ademas, es el encargado de una comisión que debería ir a Cantón para implantar de forma definitiva la ley del emperador. Este individuo sera  el quien redacte la carta a la reina Victoria exponiendo el tema de la prohibición del comercio de opio en china y preguntándole si ella en su país dejaría de forma legal una sustancia tan ponzoñosa, misiva que se le atribuye, erróneamente, al emperador. Cuando esta carta llegó a Reino Unido, la Cámara de los Comunes decide no abandonar una fuente tan rica de beneficios.  Lin, sabiendo la respuesta y ya estando en Cantón, mandó un ultimatum donde cualquier comerciante de opio debería entregar el total de esta cantidad que poseyese en menos de 3 días. Precipitadamente, fue rechazado y solo se pudo salvar una pequeña cantidad comparado con todos los kilos que se fueron confiscados. Días mas tarde, 3 marineros ingleses matarían a golpes a un ciudadano chino. Cuando la justicia china los reclamó, los dirigentes ingleses dijeron que no, alegando que no se fiaban de la justicia local. Como respuesta, Lin destruye todo los bienes confiscados iniciando así las hostilidades durante los siguientes dos años. Esta es la versión oficial del inicio de los primeros años de conflicto.
            Para los contrabandistas ingleses, estas casus belli era  una manera perfecta de que aumentase los beneficios debido a, como ellos lo llamaban, "la tontería de Lin". Inglaterra basó su declaración de guerra en  «un intolerable atentado contra la libertad de comercio». Los movimientos ingleses fueron bloquear e invadir el puerto de Nanking tras un bombardeo desde las fragatas británicas. Esto provocó la rápida rendición china en esa misma ciudad por el Tratado de 1843. Las cláusulas acordadas fueron una indemnización de  21 millones de libras, la cesión a Inglaterra de Hong-Kong y Amoy, y  la apertura al libre comercio de cinco nuevos puertos. El opio, por deseo ingles, siguió nominalmente prohibido, aunque ahora se repartiese con total comodidad. El alto comisario Lin nunca pensó que el éxito de su cometido «sólo lograría abrir su país a la penetración humillante y ruinosa de intereses extranjeros que acelerarían la caída del régimen».
            En 1856 el conflicto dejo claro su persistencia cuando el Virrey de Cantón se negó a pagar las sumas previstas en el tratado. Por otro lado, los ingleses y franceses aprovecharon como excusa los incidentes ocurridos en el la confiscación de barco «Arrow», además  de su tripulación, y el asesinato de un misionero para reanudar las hostilidades. Esta vez la guerra fue aún más rápida; comenzó a finales de 1857 y en 1858 había concluido con una rendición reflejada en el Tratado de Tientsing de ese mismo año, obligando a China a aceptar nuevas medidas cohercitivas para su gobierno y ventajosas para los contrabandistas ingleses. Esto provoca que, al comercio de seda, te y especias, se unas objetos de arte y lujo chinos. Con los años, actos violentos como la masacre de Tientsing  mostró que la xenofobia china iba en constante aumento, y el interés por el opio británico en progresiva reducción done las nuevas generaciones, empezaron a asociarlo con la explotación  colonial y el cada vez más aborrecido europeo.           
            El mazazo al trafico de opio vino dado por el emperador en 1880, poniendo en marcha programas de información pública e instalaciones hospitalarias para hacer  frente a los casos agudos de consumo. Además, comenzó a permitir cultivos de adormidera en gran parte de las zonas donde tenían una tradición ligada a esta sustancia, como los territorios de la tribu thai.  Una década mas tarde, China era capaz de sustentarse el 85% del opio consumido por su país. Aun así, los ingleses tardaron unos años más para que el parlamento decidiera abandonar el trafico de opio. Para el gobierno chino la situación se normaliza ya que el consumo de opio ya no supone una sangría económica. Sin embargo en los años acordes al cambio de siglo, en china se comienza a extender los opiáceos que los misioneros esparcían como la cura a los males aborígenes.
             La morfina se convierte en la nueva sustancia a la que los países occidentales deciden utilizar en sus exportaciones a partir de la segunda década del siglo XX.

sábado, 17 de diciembre de 2016

La dualidad Contemporánea

Prohibición en la primera mitad del siglo XX

         El siglo XX es un siglo muy dispar donde se encuentran distintas posturas frente al narcotráfico y distirbución de sustancias que alteran la consciencia. La primera mitad sea ha caracterizado por un prohibicionismo sobre estas sustancias como podemos observar en distintas medidas restrictivas como la Ley Harrison donde se realizaba una prohibición sobre el Opio, morfina, heroína y cocaína sin receta médica o la famosa Ley Seca, promulgada en 1920 y establecida durante 13 años, en los cuales no solo no se dejo de consumir alcohol, sino que aumentó de forma desproporcionada la tasa de delitos, la corrupción de todo tipo (incluida singularmente la policial y judicial), la apertura de tabernas clandestinas, el consumo masivo de alcoholes y su propio contrabando en todo EE.UU, como en el caso del conflicto del opio en China.  Igual que los ingleses en ese momento, el contrabando toma una nueva consciencia que genera una nueva visión del producto, donde los sectores adictos a estas sustancias crearan una demanda que paulatinamente se volverá una red comercial que sera característica de la segunda mitad de este siglo y lo que llevamos de este. Con el paso de las décadas, se acaba generando un nuevo panorama geopolítico que llega hasta nuestro momento actual donde todavía sigue modificándose.

El Narcotráfico en nuestros momentos

            Se considera que en la actualidad, el narcotráfico mueve unos 320.000.000.000 de dolares anualmente, casi la totalidad que genera el mercado de tecnología o la mitad que genera el automovilístico. Las redes de distribución han ido cambiando desde los 90 s' debido tanto la evolución tanto de las zonas productoras como las consumidoras. De esta forma, vemos como la zona de producción de coca y hierba disminuye debido al endurecimiento de la lucha contra el narcotráfico, aumentando, en contraposición  la producción en Asia central. En cuanto a los países consumidores, encontramos  en los primeros puestos de demandantes a Europa y EEUU, teniendo por detrás el sudeste asiático.
            Con la propia globalización y el establecimiento de la economía mundo, las élites que controlan este narcotráfico a nivel mundial, se han dado cuenta que  los beneficios reales vienen dados de la distribución y no en la producción de estas sustancias.  Por lo que, las peleas dadas entre distintas grupos de narcotraficantes se centran en las redes de comercio actual. Estas redes se alejan del Caribe, zona muy transcurrida en los 90 s', y se centran en el paso directo de Mexico-EEUU y el cruce del Atlántico a Europa y el norte de África. Por otra parte, la inestabilidad que últimamente sacude oriente medio y Asia central ha hecho que la zona de producción de estas sustancias sea establecida en este territorio y que, gracias a esto se expandan por Asia y Europa. Ademas, es un producto que se complementa con facilidad con otros mercados, como se ha demostrado en el caso de las amplias relaciones del negocio del narcotráfico con el de industria musical, al ser reiterada tapadera y máquina de lavar dinero de ciertos narcotraficantes. Pero no solo se puede complementar con  distintos mercados, ya que diversas actividades se acaban centrando paulatinamente en el monopolio del narcotráfico donde se da el fenómeno de la transformación de negocios  como transporte, pesca, finanzas y demás que dan lugar a lo que se ha de llamar:

El Estado Narco, o como afecta el consumo, producción, distribución e ilegalidad de los estupefacientes a un Estado en la econonomía-mundo.

Se debe recalcar que es un fenómeno que se da, sobre todo, en países donde el volumen de consumo, producción o distribución es suficientemente voluminoso como para que las élites narcotraficantes se disputen el control de estos factores. Como casos donde se podía dar este Estado Narco, podemos observar el de Italia, donde podríamos haber centrado un trabajo solo en este país y en "cosa nostra" que han conseguido un estado paralelo al italiano que acaba superponiéndose, sobretodo, en el sur de de esta península. Otro caso extraordinario es el de México, en el que el Estado Narco paralelo se da en la contaminación institucional a todos los niveles que ha apoyado a una verdadera guerra por el control territorial por los lugares de distribución. Esta situación ha provocado por la debilidad del estado mexicano  por no hablar del pufo económico  en el erario púbico, ya no solo por la corrupción en si, no por las campañas fallidas como el intento de guerra contra el narcotráfico que realizo Felipe Calderón entre los años 2008 y 2012 que costó 1,16 billones de pesos, lo que seria un total el 8,9% del PIB.
            Pero no son estos las únicas perspectivas que se le da al tema de las SAC, por comentar otros tipos de tratamiento estatal sobre este tema, podemos ver el caso de Holanda, antítesis de todo lo expuesto. En este país se ha llevado una política racionalista donde se ha intentado enfocar la guerra contra el narcotráfio desde otra óptica desbancando a las mafias de sus nichos de mercado con una regularización del consumo. Esta decisión, les costó ser calificados por el  presidente conservador francés, Jacques Chiraq como "Narco-Estado". Por ultimo, hay que remarcar que la cuestión holandesa nos introduce necesariamente en el debate sobre la guerra contra las drogas tradicional a través del protecionismo o el prohibicionismo y la despenalización de su consumo como estrategia alternativa a una persecución de su consumo que año tras año para fracasar como estrategia de acción.
            Pero no son estos las únicas perspectivas que se le da al tema de las SAC, por comentar otros tipos de tratamiento estatal sobre este tema, podemos ver el caso de Holanda, antítesis de todo lo expuesto. En este país se ha llevado una política racionalista donde se ha intentado enfocar la guerra contra el narcotráfio desde otra óptica desbancando a las mafias de sus nichos de mercado con una regularización del consumo. Esta decisión, les costó ser calificados por el  presidente conservador francés, Jacques Chiraq como "Narco-Estado". Por último, hay qe remarcar que la cuestión holandesa nos introduce necesariamente en el debate sobre la guerra contra las drogas tradicional a través del proteccionismo o el prohibicionismo y la despenalización de su consumo como estrategia alternativa a una persecución de su consumo que año tras año para fracasar como estrategia de acción.           

            Para entender los movimientos financieros que engloban el narcotráfico, visualizaremos un fragmento de un programa de Salvados dedicado al narcotráfico, realizado por Jordi Évole en 2014, donde se entrevista a Roberto Saviano, autor del libro de "Gomorra", donde comenta el papel de la cocaína como motor financiero mundial.

https://www.youtube.com/watch?v=-c85f1D54VU

              Como epílogo, también queremos compartir otro momento de esta entrevista, donde Roberto Saviano comenta la situación dentro de nuestras fronteras y que perspectiva tienen de nuestro país los distintos capos de la mafia.

https://www.youtube.com/watch?v=18TnnnRHOEQ